Proyecto de negocio viene dando la hora.
En la tranquila comunidad de Nueva Vida, a orillas del río Amazonas, un cambio silencio pero profundo está teniendo lugar. Las mujeres del pueblo indígena Yagua, tradicionalmente conocidas por su destreza en la elaboración de artesanías, han dado un giro inesperado a sus vidas.
Con gallinas alborozadas y una nueva forma de sustento, han encontrado en la avicultura una vía para transformar su realidad y llevar sustento económico a sus hogares.
La historia comienza con la ONG INFANT, Instituto de Formación para Adolescentes y Niños Trabajadores, que ha llevado consigo un aire de innovación hasta las riberas del Amazonas.
Desde 2019, este instituto ha desarrollado un programa de capacitación en avicultura dirigida a las madres Yagua.
Gracias a esta iniciativa, más de 600 gallinas felices se pasean por los corrales de la comunidad, produciendo huevos que ahora forman parte de su economía.
«Los talleres de INFANT han empoderado a las mujeres y madres Yagua, conviertiéndolas en emprendedoras avícolas, con gallinas y huevos que venden en ferias de Iquitos, y que también sirven para el consumo de sus hogares. Fue un emprendimiento pandémico que nació cuando la venta de artesanías ya no daba sustento. Esperamos seguir extendiendo las ventas», señaló a OJO Esther Díaz, directora de INFANT.
Bajo su liderazgo, las mujeres han aprendido a manejar los secretos de la crianza ecológica, creando un empresa familiar que llena de orgullo a su comunidad.
La clave del éxito ha sido la colaboración. «Trabajamos en equipo, y eso hace la diferencia. Les permite mayor empoderamiento, contribuyendo también a su autoestima», explicó Díaz.
Las gallinas felices, que viven en libertad y son alimentadas de forma orgánica, se han convertido en una joya del mercado local.
La comunidad oficilizará su propia marca, «Huevos Felices», la cual no solo representa un producto, sino una identidad, una reinvindicación del esfuerzo colectivo del poder transformador de las mujeres nativas.
Ojo al dato:
La estrategia de trabajo en equipo ha permitido que las mujeres compren insumos de forma conjunta, logrando así ahorrar.