Cifras que duelen. Un total de 11,499 casos de violencia hacia niños, niñas y adolescentes fueron denunciados de enero a marzo de este año, según las cifras de los Centros Emergencia Mujer a nivel nacional. Esto refleja la necesidad de aprender, como adultos, a educarlos y respetarlos, pero, ¿cómo lo hacemos?
A puertas de celebrarse el Día de la Madre, la psicóloga Eileen Contreras, del Instituto de Formación de Adolescentes y Niños Trabajadores – INFANT, expresó que como sociedad debemos comprender que la violencia no es el camino correcto para educar, ya que el castigo no pone límites ni logra el respeto hacia el adulto, sino que causa miedo.
“Si bien el miedo logra que los niños obedezcan, les enseñamos erróneamente que los problemas se resuelven con la fuerza, cuando la opción correcta debe ser el diálogo y generar confianza entre padres e hijos. Es necesario entender que desde muy pequeños, ellos son sujetos de derecho y agentes de cambio en el mundo. Por ello debemos aprender a poner límites y disciplina de manera razonable, reflexiva y democrática, escuchar sus opiniones para que aprendan a expresar lo que sienten”, agregó.
Ternura en lugar de violencia
La especialista sostuvo que la violencia genera que los niños y niñas se vuelvan personas miedosas, inseguras y con baja autoestima. Se les enseña a ser agresivos con otros porque es la manera en que aprenden a relacionarse y a reaccionar ante una situación problemática.
Por ello, en el marco de su campaña «El Poder de la Ternura», INFANT propone que como sociedad, y desde el Estado, velemos por el bienestar de los niños y niñas desde su primera infancia, para que crezcan física y emocionalmente saludables, en espacios seguros y llenos de ternura donde puedan jugar y desarrollarse como ciudadanos, donde sean tomados en cuenta la voz y el sentir de cada uno de ellos en cualquier parte del Perú.